¿CARCEL PARA LOS ATLETAS DOPADOS?

07/01/2015
¿CARCEL PARA LOS ATLETAS DOPADOS?Por Angel Cruz
Kenya va a poner en marcha una ley que castigará con penas de cárcel tanto a los deportistas como al entorno de éstos en caso de dopaje. La impulsa el propio Comité Olímpico Kenyano, que preside el mítico Kipchoge Keino, el hombre que fuera campeón olímpico de 1500 metros en México 1968 y de obstáculos en Múnich 1972, y que se ha mostrado siempre muy crítico con el consumo de sustancias prohibidas.
Kenya está en el punto de mira, como Rusia, como otros países, en mayor o menor medida. En el caso de Kenya siempre se habló de la genética especial de estos atletas, del beneficio para las pruebas de media y larga distancia que aporta el hecho de nacer y vivir a más de dos mil metros sobre el nivel del mar… pero resulta que también hay algo más.
Diez atletas kenyanos están oficialmente castigados al día de hoy por la IAAF y hay en trámite otros casos, como el de Rita Jeptoo, una de las mejores maratonistas del mundo, cazada con EPO en su sangre. Dio positivo la muestra A, dio positivo la muestra B y la próxima semana se conocerá el castigo, que probablemente sea de dos años.
Los producidos desde el pasado 1 de enero tendrán cuatro como sanción en caso de dopaje deliberado. Me parece una buena medida.
Kenya está bajo observación, lo mismo que Rusia, lo mismo que la propia IAAF, que no dio a conocer 225 casos de dopaje. De hecho, dimitió su máximo responsable en la materia, el francés Gabriel Dollé, aunque oficialmente por el caso ruso: supuestamente habría una especie de dopaje de Estado.
Parece que las autoridades kenyanas se han tomado en serio las cosas y van a establecer leyes muy punitivas. Saben que están en entredicho. Y he aquí una declaración de Kipsang, el plusmarquista mundial de maratón destronado el año pasado por el también kenyano Kimetto: "Cuatro años de castigo no es mucho pero es mejor que los dos, que no fueron suficientemente disuasorios. El engaño de dopaje es el crimen más grande en el deporte y que exige la más dura de las sanciones y también debe ser castigado por la ley. Ahora, un atleta se lo pensará dos veces antes de hacer trampa".
¿Deportistas a la cárcel? Me parece duro, pero totalmente de acuerdo con que vayan a prisión los inductores, la gente de lo que venimos en llamar el entorno, aquellos que no ponen en riesgo su salud (riesgo cierto, y terrible, incluso con la posibilidad de morir), pero que se llevan el beneficio económico, no dudo que extraordinariamente grande. De hecho, Kipchoge Keino acusa, sin dar nombres, a mánagers que se aprovechan de los atletas, que les sacan el jugo económico y que luego les dejan tirados.
En Italia ya existe esa legislación (la que castiga con prisión a los deportistas), y el ciclista Riccardo Ricco, por ejemplo, ya fue condenado a dos meses por dar positivo en el Tour de 2008, aunque no acabó entre rejas. Y Alemania está estudiando castigos de hasta tres años para los deportistas que se dopen. La legislación española contempla penas de hasta dos años para tráfico, pero no para los atletas que se dopen, para los que sólo hay sanciones deportivas.
En Estados Unidos, Marion Jones pasó seis meses en la cárcel, entre marzo y septiembre de 2008, pero no por doparse (estaba profundamente involucrada en el Caso Balco), sino por perjurio y por colaboración en la trama de lavado de capitales en la que figuraba Tim Montgomery, su compañero sentimental y plusmarquista mundial de 100 metros, hasta que le fue anulado el récord, precisamente por dopaje.
Insisto en que a mí se me hace raro ver a un deportista en la cárcel por dopaje. Aclaro: por doparse él. Otro caso es que trafique, o que incite a otros a seguir su camino tramposo. Ahí, de acuerdo en que haya castigo de prisión.
Lo que está claro es que hay que reforzar la lucha contra el dopaje, porque de lo contrario, acabará con la confianza que debemos tener en las grandes estrellas. A mí me suelen preguntar ya con reiteración “¿Y ese se dopa?” cuando se registra un nuevo récord, un triunfo impresionante o una gran marca. Mala cosa. Porque no todo el mundo es igual, pero la sospecha puede recaer hasta en atletas inmaculadamente limpios.
Para dar credibilidad hay que ser duro. Y no olvidarse de los castigos económicos. Seriedad total en exigir la devolución del dinero ganado fraudulentamente y multas fuertes.
Siempre habrá dopaje, está claro, como siempre habrá robos en la calle o en los bancos, o en las joyerías o tiendas, pero eso no quiere decir que la policía no deba actuar. Para que haya, cada día, un poco menos de delincuencia… y un poco menos de dopaje. Para que nadie nos tenga que preguntar si tal o cual va limpio cuando nos maravilla.
Fuente: facebook Edgardo Fontana -Atletismo Argentino-

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